¿Qué potencia necesito en mi vivienda?

Tener contratada la potencia más adecuada a las necesidades de cada vivienda es una de las principales medidas de ahorro que podemos establecer en nuestros hogares.

Lo que pagamos en la factura eléctrica depende por una parte de los hábitos de consumo eléctrico que tenemos en nuestro día a día, los cuales pueden variar según nuestras necesidades, y por otra de una parte fija que pagaremos incluso si nuestro consumo es cero.

Esta parte fija viene determinada por la potencia que tenemos contratada en nuestra vivienda, cuanto mayor sea ésta, mayor será el coste fijo en nuestra factura. Es por ello importante ajustar en la medida de lo posible la potencia  a nuestros hábitos reales de consumo.

La potencia que vamos a precisar en nuestra vivienda va a depender fundamentalmente de cuántos aparatos eléctricos queremos  usar al mismo tiempo, por lo tanto creando buenos hábitos en cuanto al uso de los mismos tendremos amplio margen de reducir la potencia que necesitamos. Asimismo el tipo de electrodoméstico que tengamos es relevante, puesto que los aparatos que emiten calor o frío gastan más. El uso que hacemos de los mismos tiene cierta importancia, ya que por ejemplo una lavadora en frío apenas utiliza el 15% de su potencia.

Como norma general un indicio que determina si podemos bajarnos la potencia,  es si nunca nos han saltado los dispositivos de limitación de potencia colocados por la compañía, coloquialmente conocidos como plomos. Si esto es así estaremos en disposición de bajar la potencia de nuestra vivienda al menos un tramo.

Orientativamente podemos estimar la potencia que necesitamos  en nuestra vivienda de la siguiente forma:

  • Suma la potencia (kW) de los electrodomésticos de mayor consumo (Lavadora, lavavajillas, microondas, frigorífico, vitrocerámica, horno, televisor…). Todos los electrodomésticos tendrán una placa de características donde podamos obtener el dato de su potencia.
  • Añade a la suma anterior un margen de 1kW para iluminación y pequeños electrodomésticos.
  • Como todos los aparatos no van a funcionar a la vez, aplicaremos un factor de simultaneidad dividiendo entre 3 la suma anteriormente realizada.
  • Deberemos tener en cuenta que el resultado obtenido debe ser mayor que el electrodoméstico con la potencia más elevada, de lo contrario este método no nos será útil.
  • Con el dato de potencia obtenido en el tercer punto elegiremos el tramo ofertado por la compañía que más se adecue a nuestras necesidades.

En la siguiente tabla se presentan los tramos de potencia que podemos contratar actualmente, así como el coste mensual que se cargará de manera fija a nuestra factura para cada uno de ellos.

 

 

Conocida la potencia más adecuada a nuestras necesidades nos pondremos en contacto con nuestra compañía para solicitar el cambio. No obstante, debemos tener en cuenta que las compañías pueden negarse a realizar más de un cambio de potencia anual, por lo que recomendamos ser prudentes en caso de que la potencia resultante del cálculo anterior sea muy inferior a la actual. Lo ideal en este caso es bajarnos un solo tramo y si pasado un año no nos saltan los limitadores de potencia continuar su reducción.

Desde Navargi ofrecemos un servicio personalizado de estudio de cada caso y de búsqueda de la alternativa más óptima a las circunstancias de  cada vivienda.

¿Por qué cambiar a Led?

El led es una lámpara que usa diodos emisores de luz, un solo diodo no tiene la capacidad lumínica que una incandescente o una fluorescente, por ello utiliza una agrupación de diodos.

Existen en el mercado de todos los tipos, tonos y potencias lumínicas y los beneficios son múltiples:

  • El primero y el de mayor aporte o el que más no afecta es su reducido consumo, una lámpara incandescente de 250 lúmenes consume 25 watios mientras que una led 5 watios.
  • Mayor vida útil, una lámpara fluorescente tiene una vida útil aproximada de 10000h mientras que la led 50000h.
  • Soportan mejor las repetidas maniobras de apagados y encendidos.
  • Un mayor ahorro económico en el mantenimiento, al no tener que cambiar con tanta asiduidad las lámparas y al emitir menos calor hace que no se produzcas sobre calentamientos.
  • Encendido al instante y poder regular la intensidad lumínica, algo que las fluorescente no son capaces.
  • Al no tener filamento no le afectan tanto las vibraciones.

También tiene algún inconveniente no todo son beneficios, como todo aparato o equipo por lo perfecto que te lo puedan describir y es que su coste es algo superior, pero que se compensa gracias a todos sus beneficios.

El mercado de la lámpara led existe una gran variedad de formas y funciones. También se han adaptado a los equipos que ya están en uso, por ejemplo:

  • La lámpara fluorescente: existen lámparas idénticas solo que en tecnología led, solo hace falta realizar un pequeño cambio en el equipo ya que la estructura se puede usar.

Mediante un desembolso medio se puede hacer el cambio de la iluminación del hogar, oficina industria, que amortizaremos en un tiempo corto ya que ahorraremos en todos los sentidos. También, en poco tiempo ya no tendremos lámparas halógenas ya que en Europa se van a dejar de comercializar, potenciando la eficiencia y generando menos residuos.